Actrices y actores interesados en experimentar a través de una aproximación de puesta en escena, el rescate de la historia personal al servicio de una ficción auténtica y poderosa.

Actrices y actores egresados de la carrera o con un mínimo de experiencia profesional.

Durante el proceso, el actor desarrolla un método para acceder a la ficción partiendo del compromiso personal, la memoria de infancia y mirada del mundo, la acción como motor, la relación con el otro, el conflicto con el otro y con uno mismo y la imaginación creativa.

El título La Patria actoral habla de la territorialidad que se descubre, que no corresponde a ningún mapa geográfico, sino a la cartografía personal, la historia que rastreamos para entender quiénes somos.

El teatro propone una experiencia mediante el convivio para propiciar el encuentro entre seres humanos. Este encuentro requiere de la fisicalidad, la presencia viva de los cuerpos, de manera que se establece una relación de intimidad entre las partes.

Hace varios años he desarrollado una herramienta pedagógica basada en las historias de infancia de los actores. A través de los objetos reales de su infancia, surgen las historias que irán enlazándose y modificándose hasta que el rastro de lo autobiográfico desparece ante la génesis de la ficción. Sin embargo, se mantiene intacta la esencia de lo personal, aquella que me hace entender al otro, ponerme en su lugar: ver el mundo a través de los ojos del otro, y así comprenderlo y dimensionarlo.

Por medio de dinámicas pautadas se llevan a cabo ejercicios de rescate de la memoria  de infancia a través de los objetos. Las historias que surgen son ficcionadas hasta que ese destilado deviene en un fragmento dramático narrado.

Cada fragmento se irá enlazando con otro a través de un hilo conductor hasta llegar a una aproximación a la  puesta en escena. 

El actor/actriz desarrollará herramientas que le permitirán visitar las rutas de su memoria autobiográfica, sensorial y emotiva para trazar nuevas rutas actorales, reconociendo su propia historia y la del otro, potenciando su valor escénico y las posibilidades dramáticas que se desprenden del ejercicio de ponernos en el lugar del que fuimos.

MARIANA GIMÉNEZ VIDELA

Actriz, directora y docente de teatro

Estudia actuación en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga en España y en México perfeccionamiento actoral con el maestro Raúl Quintanilla en La Casa del Teatro.

Ha participado como actriz en más de cincuenta puestas en escena, bajo la dirección de Mauricio García Lozano, Martín Acosta, Daniel Giménez Cacho, David Olguín, Sandra Félix, Claudia Ríos, Carlos Corona, Alberto Lomnitz, Aracelia Guerrero, Ignacio Flores de la Lama y Jorge Vargas, entre otros.

En 2009 forma parte del elenco estable de la compañía El Milagro y se presenta en el teatro del mismo nombre con las obras Siberia, escrita y dirigida por David Olguín y Persona, adaptación del guión de Ingmar Bergman dirigida por Daniel Giménez Cacho.

Desde 2010 forma parte del Elenco Estable de la Compañía Nacional de Teatro, donde participa como actriz en varias puestas en escena entre las que destacan El círculo de cal de Bertolt Brecht dirigida por Luis de Tavira, Una mentira de Ximena Escalante dirigida por Mauricio García Lozano, El convivio del difunto, escrita y dirigida por Martín Zapata, Sed, con dramaturgia de Noé Morales y dirección de Laura Uribe y La lengua en pedazos de Juan Mayorga, bajo la dirección de Diego Alvarez Robledo, donde también participa en el concepto artístico.

En 2012 lleva a cabo una residencia artística en la Royal Shakespeare Company con el proyecto A soldier in every son de Luis Mario Moncada bajo la dirección de Roxana Silber que se estrena en el Swan Theatre en Sratford Upon Avon en el Reino Unido.

Participa en la dirección adjunta de las obras La amante y La sota del proyecto Los grandes muertos de Luisa Josefina Hernández bajo la dirección artística de José Caballero en la CNT.

Como directora artística destaca su trabajo en las puestas en escena de La paz perpetua de Juan Mayorga, Nada, adaptación de Bárbara Perrín de la novela de Jane Teller y Todo, adaptación de José Manuel Hidalgo de cinco relatos de la misma autora, y La guerra fría de Juan Villoro, en la Sala 4 del Museo Rufino Tamayo. 

Como docente, ha impartido clases de Actuación, talleres y seminarios en la ENAT, Casazul, La Casa del Teatro, el CCA de Durango, y El Conservatorio de Actuación.

* Beneficiaria del Programa Compañía Nacional de Teatro del Sistema de apoyos a la creación y a proyectos culturales.